Hay muchas causas emocionales que causan sobrepeso, situaciones de las que muchas veces no somos conscientes. Para perder peso y lo más importante, para no volver a recuperarlo, no basta con hacer dieta, ya que la dieta se centra en hacer desaparecer el síntoma, que es el sobrepeso, pero no en las razones que te han llevado a ese sobrepeso. Mientras no conozcas qué causas te han conducido a tener sobrepeso, volverás a engordar una y otra vez, porque no has resuelto el problema de fondo y volverás a repetir esas conductas que te hacen engordar.
Para adelgazar, para averiguar por qué
tienes un exceso de peso, lleva un diario de alimentación.
Muchos estudios demuestran que quien sigue un diario obtiene mejores resultados
en la pérdida de peso que quien no lo hace. Llevar un diario te proporcionará
información sobre tu comportamiento alimentario, sobre los factores que
influyen en tu alimentación, como las emociones, pensamientos y las acciones
que te han llevado a comer de más.
El
cambio requiere conocimiento, y para conocer hay que detenerse y analizar lo
que ocurre, las razones. Una vez que seas consciente, podrás empezar a trabajar
para cambiarlas.
¿Qué
debe incluir tu diario de alimentación?
En primer lugar lleva un registro para cada día.
Anota la hora exacta en la que comes o bebes cualquier alimento.
Escribe todo lo que comes y bebes de manera detallada, hazlo
justo después de comer. Una
buena medida puede ser además hacer una foto de tu comida. Puede
que no lo creas necesario, pero según investigaciones tenemos tendencia a
olvidar lo que comemos a lo largo del día, registrando un 30% menos de lo que
realmente ingerimos. De todo lo que comes o bebes, puedes subrayar lo que según
tu criterio estaba de más o en lo que te has excedido.
Apunta el lugar, en donde has comido o bebido, si estabas en tu casa indica el lugar concreto
de la casa.
Haz una valoración del hambre que tenías a la hora de comer, anota si
realmente estabas hambrienta o hambriento, si tenías poca hambre o ninguna.
Indica cualquier circunstancia que influya en tu alimentación.
Por ejemplo, si has subrayado en comidas y bebidas consumidas algún alimento
con el que te has excedido, explica la situación del momento para poder
entender el desencadenante. Anota cómo te sentías en el momento de ingerir cada
comida o bebida, si te encontrabas triste, alegre, tus pensamientos en ese
momento, si estabas en compañía o a solas, si comiste con alguna distracción como por ejemplo la televisión. Todo lo que se te ocurra que pueda haberte
influido.
Revisa
el diario al finalizar el día para identificar cuáles son tus comportamientos
repetitivos, y evalúa en qué tienes que trabajar para ir cambiando, te servirá también
para llevar un registro de cómo vas progresando. Por ejemplo, puedes repasar
qué es lo que sueles comer habitualmente, si tienes tendencia a comer del mismo
modo entre semana que los fines de semana, qué situaciones, sentimientos o
pensamientos son los que desencadenan que comas de más, qué alimentos sueles
comer cuando te excedes, a qué horas sueles comer más, todo lo que te sirva
para entender tu comportamiento alimenticio.
En
otra entrada, para complementar el diario de alimentación, te contaré, como
llevar un diario de actividad física.
¿Añadirías
alguna otra cosa más en el diario de alimentación?